En El Salvador, gritar “dictador”, marchar, protestar y hacer activismo político está permitido. Nadie va a ir preso por eso. Pero si ese activismo se financia con dinero extranjero, ahora tendrá una nueva regla: pagar un impuesto del 30%.
A continuación, desglosamos esta medida que ha encendido la polémica pero que, en realidad, es un acto de soberanía, orden y responsabilidad.
1. La ley impone un impuesto del 30% a fondos extranjeros usados para actividades políticas
Las ONGs que reciben dinero del extranjero para hacer política —como organizar protestas, campañas, foros, apoyar partidos o figuras— ahora deberán entregar un 30% de esos fondos al Estado.
¿Por qué? Porque si ese dinero busca influir en la política nacional, al menos una parte debe retribuir al pueblo salvadoreño.
2. El dinero recaudado se invertirá en programas sociales
Ese 30% no se pierde. Se usará para educación, salud, desarrollo y programas sociales que beneficien directamente a la población.
Es decir: si vas a marchar con dinero de otro país, al menos asegúrate de que una parte de eso termine ayudando a quienes más lo necesitan.
3. En otros países, esto está prohibido totalmente
En Estados Unidos, Europa o Canadá, la injerencia extranjera en política está prohibida por ley. Quien recibe fondos del exterior para hacer activismo político puede terminar preso.
En El Salvador no. Aquí puedes seguir haciéndolo, pero ahora hay una cuota de responsabilidad: pagar un impuesto.
4. Ejemplo claro: si una ONG recibe $1 millón de Venezuela, deberá aportar $300,000 al país
Ese dinero puede seguir usándose para su propósito político, pero el 30% se quedará en el país para beneficio directo de la población. ¿No es eso más justo?
5. Las ONGs humanitarias están exentas
Esta ley NO afecta a ONGs que se dedican a salud, educación, alimentación, vivienda o desarrollo comunitario.
El impuesto solo aplica a quienes utilizan dinero extranjero con fines políticos.
6. ¿Y si una ONG se opone?
Si una ONG se molesta por esta medida, probablemente es porque tiene algo que ocultar.
Puede que esté disfrazando su activismo político como cooperación internacional, o que esté recibiendo fondos de gobiernos extranjeros para desestabilizar al país.
7. La ley no prohíbe la política, solo regula el financiamiento
Puedes seguir protestando, marchando, gritando "dictador" si quieres.
Pero si lo haces con billete extranjero, vas a tener que pagar un 30% para devolverle algo al pueblo salvadoreño.
No es censura. Es una manera lógica, transparente y legítima de poner orden.