Las estadísticas no solo impresionan, continúan transformado la narrativa de todo un país: El Salvador ha alcanzado el día de hoy los 937 días sin registrar homicidios, un hecho sin precedentes en su historia contemporánea, y en el gobierno del presidente Nayib Bukele.
Este resultado marca mucho más que una cifra; representa el impacto tangible de una política de seguridad que rompió con el fracaso de las viejas estructuras y priorizó el bienestar colectivo por encima de los intereses políticos o ideológicos.
Este cambio profundo ha sido posible gracias a la implementación del #PlanControlTerritorial, el Régimen de Excepción y una articulación efectiva entre todas las instituciones del Estado. Las zonas que antes eran focos de criminalidad ahora se han convertido en espacios seguros para la convivencia, el desarrollo económico y la vida comunitaria. La autoridad ha vuelto a imponerse con legitimidad, y el Estado, por fin, ejerce soberanía plena sobre su territorio.
A pesar de los cuestionamientos de ciertos sectores internacionales, ONGs y activista mediáticos que durante años guardaron silencio ante el deterioro social, El Salvador sigue firme. La transformación no es retórica, es verificable. Y hoy, por primera vez en décadas, millones de salvadoreños viven con la certeza de que la violencia ya no define su presente —ni condicionará su futuro.
Finalizamos el miércoles 18 de junio, con 0 homicidios en el país. pic.twitter.com/Jqm4mITd3t
— PNC El Salvador (@PNCSV) June 19, 2025