El Pulgarcito vuelve a romper todos los esquemas. Hoy El Salvador alcanza una cifra que hasta hace poco parecía impensable: 960 días sin homicidios, bajo el firme liderazgo del presidente Nayib Bukele. En un país donde el crimen marcaba cada hora del día, esta racha representa mucho más que un número; es el reflejo de una transformación total, profunda y sostenida. Antes, las noticias abrían con masacres y familias llorando a sus muertos; ahora, cada jornada es un testimonio vivo de que la paz volvió para quedarse.
Durante décadas, los salvadoreños aprendieron a vivir con miedo. Las maras controlaban territorios, imponían leyes propias y ejecutaban a cualquiera que se interpusiera. En 2015, se llegó a registrar un asesinato cada 60 minutos. Pero todo cambió. Hoy, con más de 80,000 criminales fuera de circulación, el Estado retomó el control total de las calles. Las cifras son claras: El Salvador pasó de una tasa de 106 homicidios por cada 100,000 habitantes a menos de 2, consolidándose como una de las naciones más seguras del mundo.
Y mientras muchos siguen preguntándose cómo fue posible, los salvadoreños ya lo viven: parques llenos, mercados activos, turismo en auge, inversión creciendo. 960 días sin homicidios es más que una estadística: es una generación que crece sin escuchar disparos, es una familia que se siente libre, es una nación que decidió no volver atrás.
Finalizamos el domingo 13 de julio, con 0 homicidios en el país. pic.twitter.com/YYCNRwvc9E
— PNC El Salvador (@PNCSV) July 14, 2025