Presidente Bukele destroza la narrativa sobre Kilmar Abrego

El Presidente Nayib Bukele desmontó con contundencia las acusaciones de supuesta tortura realizadas por los abogados de Kilmar Ábrego García


EL SALVADOR.El Presidente Nayib Bukele desmontó con contundencia las acusaciones de supuesta tortura realizadas por los abogados de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño de 29 años recluido en el Centro de Confinamiento para Terroristas (CECOT).


La defensa de Ábrego, quien enfrenta cargos por vínculos con estructuras criminales, intentó presentar en tribunales de Estados Unidos un relato de presuntas violaciones a los derechos humanos para frenar su deportación.


Pero el Presidente Bukele no se quedó callado.


Aparentemente, todo lo que afirma un criminal es aceptado como verdad por los grandes medios de comunicación y el decadente sistema judicial occidental”, escribió el mandatario en su cuenta de X (antes Twitter), dejando en claro su indignación ante lo que calificó como una narrativa débil y manipulada.


Los abogados de Ábrego alegaron que su cliente fue víctima de tratos inhumanos, privación de sueño, hambre y golpes. Sin embargo, el Presidente Bukele desmontó esas afirmaciones publicando fotografías y videos grabados dentro del CECOT que muestran a Ábrego en buen estado físico, sin señales de maltrato y, según indicó el propio mandatario, “incluso más pesado que cuando ingresó”.


“El hombre no fue torturado ni perdió peso. De hecho, las fotos muestran que subió de peso durante su detención”, señaló el Presidente Bukele con firmeza.

 

Además, recordó que el senador estadounidense Chris Van Hollen visitó a Ábrego personalmente en la prisión y confirmó que estaba en buen estado. “Si lo torturaron, lo privaron de sueño y lo dejaron morir de hambre, ¿por qué sale tan bien en todas las fotos? ¿Por qué engordó? ¿Por qué no tiene moretones ni ojeras?”, cuestionó el Presidente Bukele con ironía.


Las contundentes pruebas visuales y las visitas verificadas dejan en evidencia que las acusaciones forman parte de un intento desesperado de la defensa de Ábrego por evitar su deportación a El Salvador y desacreditar las políticas de seguridad del Gobierno.


Con este episodio, el Presidente Bukele reafirma su posición de no ceder ante campañas mediáticas ni presiones externas, defendiendo con hechos su política de mano dura contra las pandillas y desmintiendo, una vez más, las mentiras de quienes intentan socavar los logros alcanzados en seguridad pública.


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